CULTURA EMPRESARIAL

Cápsulas para reforestación

Apuesta por la ola verde vendiendo bolsas biodegradables que ayuden a reforestar los espacios sin contaminar el planeta

 ¿Por qué?

Durante la ceremonia de inauguración de la Jornada Nacional de Reforestación 2013, el presidente Enrique Peña Nieto compartió un dato relevante: en el periodo comprendido entre 2005 y 2010, al año se perdieron 150 mil hectáreas de bosque. Los especialistas concluyeron que se debió a los incendios forestales, tala inmoderada y a que la población crece y necesita de lugares para establecerse.

La iniciativa comenzará en el estado de Chihuahua y la meta es reforestar 5,500 hectáreas, donde se plantarán 8.4 millones de árboles de pino. Se calcula que la inversión alcanzará los $38,000,000 y se prevé que será suficiente para reforestar 1,906 hectáreas más, y para el mantenimiento, obras y prácticas de conservación de suelos. Aunado a ello, otra acción contemplará la reforestación de 1,300 hectáreas en Cuencas Hidrográficas Prioritarias de la Zona Tarahumara con una inversión de $27,000,000.

Sin embargo, ante un proyecto de estas dimensiones, se presenta la discusión en torno a cuántas bolsas de plástico inservibles se generarán. Y es que hay que recordar que las raíces de cada árbol están contenidas en bolsas que tardarían de 400 a 800 años en degradarse. En ese sentido, resulta atractiva la idea de emprender en la venta de cápsulas de reforestación.

Esta tecnología ecofriendly consiste en fabricar bolsas a base de fécula de maíz, caña de azúcar y bambú. Al no emplear plástico como materia prima, disminuye considerablemente su tiempo de degradación. Se calcula que una cápsula con estas características sólo tardará de 90 a 120 días para convertirse en composta. Por eso, si te atrae la idea de salvar al planeta y tienes habilidades en el terreno de las ventas, este negocio es para ti.

¿Cómo?

La ventaja de este emprendimiento es que ya está listo para implementarse bajo el modelo de distribuidor. Esta manera de comercialización consiste en fungir como intermediario entre el productor y el consumidor final. El secreto para un buen desempeño es conocer a la perfección el producto, asegurar una zona exclusiva de ventas y contar con el espacio suficiente a manera de almacén y así no quedar mal al momento de surtir un pedido.